¿Qué es el bruxismo?

Podemos definirlo como un trastorno que se caracteriza por el rechinamiento o apretamiento involuntario de los dientes. Este habito puede ocurrir mientras duermes y en el estado de vigilia, si no se trata puede derivar en problemas dentales y musculares.

Podemos encontrar dos tipos de bruxismo:

• Bruxismo nocturno: lo manifestamos mientras dormimos. Este habito suele ser detectado o bien por la pareja o por el odontólogo gracias al desgaste dental y el examen clínico realizado. Este tipo de bruxismo es difícil que el paciente lo detecte ya que esta dormido.
• Bruxismo diurno: ocurre durante el día en situaciones de estrés, en este tipo el paciente suele ser consciente de este hábito.

Ambos tipos tienen consecuencias negativas en la salud bucal, incluyendo desgaste de la superficie dental, dolor en la mandíbula y alteraciones en la posición de los dientes. Por ello, es importante conocer las diferencias y buscar un diagnóstico adecuado.

Síntomas del Bruxismo

Podemos numerar diferentes síntomas que afectan tanto a la dentadura como a la musculatura de la mandíbula:

• Desgaste dental: El rechinamiento continuo de la dentadura puede provocar una abrasión en la superficie de los dientes. Esto provoca desgaste y alteraciones en la forma y tamaño de la dentadura.
• Sensibilidad dental: El desgaste y la pérdida de esmalte pueden aumentar la sensibilidad dental, haciendo que el paciente sienta dolor al consumir alimentos o bebidas frías o calientes.
• Dolor y fatiga muscular: los músculos de la zona pueden sufrir fatiga y dolor por todo el esfuerzo excesivo, lo que puede derivar en molestias en la mandíbula y cuello

El cumulo de estos síntomas indica una alta probabilidad de padecer bruxismo y que esto esta afectando a tu salud bucal, esto requiere ser evaluado por un profesional.

Tratamientos para el bruxismo

Para tratar el bruxismo hay que hacer un tratamiento integral que combina tratamientos odontológicos y cambios en el estilo de vida para combatir el estrés. A continuación hablamos de dos pilares fundamentales para el tratamiento de esta condición:

• Uso de Férulas y protectores dentales: son dispositivos fabricados a medida que actúan como una barrera física para absorber y distribuir las fuerzas generadas por el bruxismo. Estos aparatos protegen la estructura dental, reduciendo el desgaste excesivo y previniendo fracturas, además de disminuir la tensión en la articulación temporomandibular. Este mecanismo es eficaz sobre todo en el bruxismo del sueño, que consiste en llevarla puesta durante toda la noche para garantizar al paciente descanse sin dañar la dentadura.
  Hay que ser conscientes que estos dispositivos tienen que ser ajustados por un profesional, ya que una férula mal diseñada puede ser incomoda y no será efectiva
• Terapias contra el estrés y cambios en el estilo de vida: tenemos que tener en cuenta que el estrés y la ansiedad son factores determinantes para el desarrollo del bruxismo. Para abordar estos aspectos lo recomendable es ir a un profesional. Complementar los tratamientos puestos por el profesional con técnicas de relajación, como la meditación, el yoga o ejercicios de respiración, puede reducir la tensión muscular y mejorar la calidad del sueño.